Con motivo de las fiestas patrias, nuestra institución participó del desfile escolar organizado por la Municipalidad de Nvo. Bambamarca.
Fue un evento sencillo, pero cargado de patriotismo y gallardía.
Muchas bendiciones profesores...!
miércoles, 18 de agosto de 2010
miércoles, 11 de agosto de 2010
Este Dolor Pasará
Escribo esta columna desde Italia. Hoy, el sol despertó con una sonrisa deslumbrante que ilumina cada rincón del país. Debería sentirme feliz, pero aún tengo grabada en mi mente la tristeza y la desesperación de una joven inmigrante que perdió a su esposo y se quedó sola, lejos de su tierra, con tres pequeños hijos para cuidar. "No sé qué hacer - me decía anoche - . Cada mañana, al despertar, tengo la sensación de estar sufriendo una horrible pesadilla, pero a los pocos minutos me doy cuenta que vivo un tragedia".
No sé si acaso tú también estás pasando por un momento semejante. Entonces, quiero compartir contigo lo que dijo el rey y poeta David: "Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas" (Salmo 147:3). Estas palabras están registradas en un salmo de alabanza. En este salmo se habla de pérdida, de tristeza, de dolor y de un tiempo bueno que se fue. Pero, a pesar de que las circunstancias son aparentemente adversas, el salmista dice que debemos alabar a Dios. Este verbo "alabar" significa reconocer que Dios sabe lo que hace, aunque no lo entiendas.
¿Cómo entender la muerte? ¿Cómo creer que la pérdida de una persona amada puede ser lo mejor que te suceda? Es incomprensible. Pero la promesa divina es que, aunque no lo entiendas, "él sana a los quebrantados". Y, como lo hace? Venda sus heridas".
Sigue el razonamiento de David. La promesa es segura: "él sana". No es una promesa para el futuro; no dice: "él sanará". Es una promesa en tiempo presente: "él sana". Pero usa un método interesante: "venda tus heridas". Tu recuperación no ocurre en un instante. Es un proceso que demanda tiempo. La herida está vendada. Tal vez todavía te duela durante algunos días, tal vez sea necesario higienizarla nuevamente y cambiar las vendas, pero la promesa, pero la promesa ya es una realidad, el proceso de recuperación ya está en marcha, el milagro de sanidad está sucediendo
El tiempo es el instrumento que Dios tiene para curar. La pena es que el tiempo no pasa rápidamente cuando sufrimos. Transcurre con una lentitud tan grande que nos lleva, muchas veces, a pensar que el dolor jamás se acabará.
Necesitas creer que un día te vas a sentir mejor de que los estás sintiendo en este momento. Puede parecer imposible, pero aunque el dolor sea intenso en el comienzo, Dios de va a dar la capacidad de reaccionar positivamente delante de las circunstancias más arrasadoras.
Y recuerda que cuando todo falla, Dios está presente.
Alejandro Bullón
Fuente:http://www.ministeriobullon.com/espanhol/colunas/salsa/coluna24.htm
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