"Jehová solo le guió" "Lo trajo alrededor, lo
instruyó, lo guardó como a la niña de su ojo".
EL SISTEMA de educación
establecido en el Edén tenía por centro la familia. Adán era "hijo de Dios"
(Nota: Luc. 3: 38.* y de su Padre recibieron instrucción los hijos del Altísimo.
Su escuela era, en el más exacto sentido de la palabra, una escuela de familia.)
En el plan divino de la educación, adaptado a la condición del hombre
después de la caída, Cristo figura como representante del Padre, como eslabón de
unión entre Dios y el hombre; él es el gran Maestro de la humanidad, y dispuso
que los hombres y mujeres fuesen representantes suyos. La familia era la
escuela, y los padres eran los maestros.
La educación que tenía por
centro la familia fue la que prevaleció en los días de los patriarcas. Dios
proveyó, para las escuelas así establecidas, las condiciones más favorables para
el desarrollo del carácter. Las personas que estaban bajo su dirección seguían
el plan de vida que Dios había indicado al principio. Los que se separaron de
Dios se edificaron ciudades y, congregados en ellas, se gloriaban del esplendor,
el lujo y el vicio que hace de las ciudades de hoy el orgullo del mundo y su
maldición. Pero los hombres que se aferraban a los principios de vida de Dios
moraban en los campos y cerros. Cultivaban la 34" tierra, cuidaban rebaños, y en
su vida libre e independiente, llena de oportunidades para trabajar, estudiar y
meditar, aprendían de Dios y enseñaban a sus hijos sus obras y caminos."
"Tal era el método educativo que Dios deseaba establecer en Israel. Pero
cuando los israelitas fueron sacados de Egipto, había pocos entre ellos
preparados para ser colaboradores con Dios en la educación de sus hijos. Los
padres mismos necesitaban instrucción y disciplina. Puesto que habían sido
esclavos durante toda su vida, eran ignorantes, incultos y degradados. Tenían
poco conocimiento de Dios y escasa fe en él. Estaban confundidos por enseñanzas
falsas y corrompidos por su largo contacto con el paganismo. Dios deseaba
elevarlos a un nivel moral más alto, y con este propósito trató de inculcarles
el conocimiento de sí mismo."
"Mientras erraban por el desierto, en sus
marchas de aquí para allá, en su exposición al hambre, la sed y el cansancio,
bajo la amenaza de enemigos paganos, y en las manifestaciones de la Providencia
que obraba para librarlos, Dios, al revelarles el poder que actuaba
continuamente para bien de ellos, trataba de fortalecer su fe. Y habiéndoles
enseñado a confiar en su amor y poder, era su propósito presentarles, en los
preceptos de su ley, la norma de carácter que, por medio de su gracia, deseaba
que alcanzaran."
Durante su permanencia en el Sinaí, Israel recibió
lecciones preciosas. Fue un período de preparación especial para cuando
heredaran la tierra de Canaán. El ambiente allí era más favorable para la
realización del propósito de Dios. Sobre la cima del Sinaí, haciendo sombra
sobre la llanura donde estaban diseminadas las tiendas del pueblo, descansaba la
columna de nube que los había guiado durante Durante su permanencia en el Sinaí,
Israel recibió lecciones preciosas. Fue un período de preparación especial para
cuando heredaran la tierra de Canaán. El ambiente allí era más favorable para la
realización del propósito de Dios. Sobre la cima del Sinaí, haciendo sombra
sobre la llanura donde estaban diseminadas las tiendas del pueblo, descansaba la
columna de nube que los había guiado durante 35 el viaje. De noche, una columna
de fuego les daba la seguridad de la protección divina y, mientras dormían, caía
suavemente sobre el campamento el pan del cielo. Por todas partes, las enormes
montañas escarpadas hablaban, en su solemne grandeza, de la paciencia y la
majestad eternas. Se hizo sentir al hombre su ignorancia y debilidad en
presencia de Aquel que "pesó los montes con balanza y con pesas los collados."
el viaje. De noche, una columna de fuego les daba la seguridad de la protección
divina y, mientras dormían, caía suavemente sobre el campamento el pan del
cielo. Por todas partes, las enormes montañas escarpadas hablaban, en su solemne
grandeza, de la paciencia y la majestad eternas. Se hizo sentir al hombre su
ignorancia y debilidad en presencia de Aquel que "pesó los montes con balanza y
con pesas los collados." Isa. 40: 12. Allí, por la manifestación de su gloria,
Dios trató de impresionar a Israel con la santidad de su carácter y de sus
exigencias, y con la excesiva culpabilidad de la desobediencia. (Nota: Isa. 40:
12.*)
Pero el pueblo era tardo para aprender la lección. Acostumbrado en
Egipto a las representaciones materiales más degradantes de la Deidad, era
difícil que concibiera la existencia o el carácter del Invisible. Compadecido de
su debilidad, Dios le dio un símbolo de su presencia. "Y harán un santuario para
mí, y habitaré en medio de ellos"."Y harán un santuario para mí, y habitaré en
medio de ellos".Exo. 25: 8.* (Nota: Exo. 25: 8.*)
"En cuanto a la
construcción del santuario como morada de Dios, Moisés recibió instrucciones
para hacerlo de acuerdo con el modelo de las cosas que estaban en los cielos. El
Señor lo llamó al monte y le reveló las cosas celestiales; y el tabernáculo, con
todo lo perteneciente a él, fue hecho a semejanza de ellas."
Así reveló
Dios a Israel, al cual deseaba hacer morada suya, su glorioso ideal del
carácter. El modelo les fue mostrado en el monte, en ocasión de la promulgación
de la ley dada en el Sinaí, y cuando Dios pasó ante Moisés y dijo: "¡Jehová !
¡Jehová ! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira y grande en
misericordia y verdad".Así reveló Dios a Israel, al cual deseaba hacer morada
suya, su glorioso ideal del carácter. El modelo les fue mostrado en el monte, en
ocasión de la promulgación de la ley dada en el Sinaí, y cuando Dios pasó ante
Moisés y dijo: "¡Jehová ! ¡Jehová ! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para
la ira y grande en misericordia y verdad".Exo. 34: 6.* 36 (Nota: Exo. 34: 6.*
36)
"Pero por sí mismos, eran impotentes para alcanzar ese ideal. La
revelación del Sinaí sólo podía impresionarlos con su necesidad e impotencia.
Otra lección debía enseñar el tabernáculo mediante su servicio de sacrificios:
La lección del perdón del pecado y el poder de obedecer para vida, a través del
Salvador."
"Por medio de Cristo se había de cumplir el propósito
simbolizado por el tabernáculo: Ese glorioso edificio, cuyas paredes de oro
brillante reflejaban en los matices del arco iris las cortinas bordadas con
figuras de querubines, la fragancia del incienso que siempre ardía y
compenetraba todo, los sacerdotes vestidos con ropas de blancura inmaculada, y
en el profundo misterio del recinto interior, sobre el propiciatorio, entre las
formas de los ángeles inclinados en adoración, la gloria del lugar santísimo.
Dios deseaba que en todo leyese su pueblo su propósito para con el alma humana.
El mismo propósito expresó el apóstol Pablo mucho después, inspirado por el
Espíritu Santo: "
"¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu
de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le
destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es"."¿No
sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si
alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de
Dios, el cual sois vosotros, santo es".1 Cor. 3: 16, 17.* (Nota: 1 Cor. 3: 16,
17.*)
"Grandes fueron el privilegio y el honor otorgados a Israel al
encargársele la construcción del santuario, pero grande fue también su
responsabilidad. Un pueblo que acababa de escapar de la esclavitud debía erigir
en el desierto un edificio de extraordinario esplendor, que requería para su
construcción el material más costoso y la mayor habilidad artística. Parecía una
empresa estupenda. Pero Aquel que había dado el plano del edificio, se
comprometía a cooperar con los constructores."
"Habló Jehová a Moisés,
diciendo: Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de
la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en
inteligencia, en ciencia y en todo arte. . . Y he aquí que yo he puesto con él a
Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo
de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado"."Habló
Jehová a Moisés, diciendo: Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de
Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en
sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte. . . Y he aquí que yo he
puesto con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto
sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he
mandado". Exo. 31: 1-6.* (Nota: Exo. 31: 1-6.*)
"¡Qué escuela artesanal
era la del desierto: Tenía por maestros a Cristo y sus ángeles!"
"Todo
el pueblo debía cooperar en la preparación del santuario y sus utensilios. Había
trabajo para el cerebro y las manos. Se requería gran variedad de material, y
todos fueron invitados a contribuir de acuerdo con el impulso de sus corazones."
"De ese modo, con el trabajo y las donaciones, se les enseñaba a
cooperar con Dios y con sus semejantes. Además, debían cooperar en la
preparación del edificio espiritual, es a saber, el templo de Dios en el alma."
Desde que salieron de Egipto habían recibido lecciones para su
instrucción y disciplina. Aun antes de salir de allí se había esbozado una
organización provisoria, y el pueblo había sido distribuido en grupos bajo el
mando de jefes. Junto al Sinaí se completó la organización. En la administración
hebrea se manifestaba el orden tan notable que caracteriza todas las obras de
Dios. El era el centro de la autoridad y el gobierno. Moisés, su representante,
debía ejecutar sus leyes en su nombre. Luego se organizó el consejo de los
setenta; les seguían los sacerdotes y príncipes, e inferiores a ellos los "jefes
de millares, de centenas, dé cincuenta y de diez"Desde que salieron de Egipto
habían recibido lecciones para su instrucción y disciplina. Aun antes de salir
de allí se había esbozado una organización provisoria, y el pueblo había sido
distribuido en grupos bajo el mando de jefes. Junto al Sinaí se completó la
organización. En la administración hebrea se manifestaba el orden tan notable
que caracteriza todas las obras de Dios. El era el centro de la autoridad y el
gobierno. Moisés, su representante, debía ejecutar sus leyes en su nombre. Luego
se organizó el consejo de los setenta; les seguían los sacerdotes y príncipes, e
inferiores a ellos los "jefes de millares, de centenas, dé cincuenta y de
diez"Deut. 1: 15.*38 (Nota: Deut. 1: 15.* y finalmente los encargados de deberes
especiales. El campamento estaba arreglado con orden exacto: En el medio estaba
el tabernáculo, morada de Dios, y alrededor las tiendas de los sacerdotes y
levitas. Alrededor de éstas, cada tribu acampaba junto a su bandera.)
Se
hacían observar leyes higiénicas estrictas, que eran obligatorias para el
pueblo, no sólo por ser necesarias para la salud, sino como una condición para
retener entre ellos la presencia del Santo. Moisés les declaró por autoridad
divina: "Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte... por
tanto, tu campamento ha de ser santo".Se hacían observar leyes higiénicas
estrictas, que eran obligatorias para el pueblo, no sólo por ser necesarias para
la salud, sino como una condición para retener entre ellos la presencia del
Santo. Moisés les declaró por autoridad divina: "Jehová tu Dios anda en medio de
tu campamento, para librarte... por tanto, tu campamento ha de ser santo".Deut.
23: 14.* (Nota: Deut. 23: 14.*)
La educación de los israelitas incluía
todos sus hábitos de vida. Todo lo que se refería a su bienestar era objeto de
la solicitud divina y estaba comprendido en la jurisdicción de la ley de Dios.
Hasta en la provisión de alimento, Dios buscó su mayor bien. El maná con que los
alimentaba en el desierto era de tal naturaleza que aumentaba su fuerza física,
mental y moral. Aunque tantos se rebelaron contra la sobriedad de ese régimen
alimentario, y desearon volver a los días curando, según decían, "nos sentábamos
a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos"La educación de los
israelitas incluía todos sus hábitos de vida. Todo lo que se refería a su
bienestar era objeto de la solicitud divina y estaba comprendido en la
jurisdicción de la ley de Dios. Hasta en la provisión de alimento, Dios buscó su
mayor bien. El maná con que los alimentaba en el desierto era de tal naturaleza
que aumentaba su fuerza física, mental y moral. Aunque tantos se rebelaron
contra la sobriedad de ese régimen alimentario, y desearon volver a los días
curando, según decían, "nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan
hasta saciarnos"Exo. 16: 3.*, (Nota: Exo. 16: 3.*, la sabiduría de la elección
de Dios para ellos se vindicó de un modo que no pudieron refutar. A pesar de las
penurias de la vida del desierto, no había una persona débil en todas las
tribus.)
En todos los viajes debía ir a la cabeza del pueblo el arca que
contenía la ley de Dios. El lugar para acampar lo señalaba el descenso de la
columna de nube. Mientras ésta descansaba sobre el tabernáculo, permanecían en
el lugar. Cuando se levantaba, reanudaban la marcha. Tanto cuando hacían alto
como cuando partían, se hacía una solemne invocación. "Cuando el arca se movía,
Moisés decía: Levántate, o Jehová, y sean dispersados tus En todos los viajes
debía ir a la cabeza del pueblo el arca que contenía la ley de Dios. El lugar
para acampar lo señalaba el descenso de la columna de nube. Mientras ésta
descansaba sobre el tabernáculo, permanecían en el lugar. Cuando se levantaba,
reanudaban la marcha. Tanto cuando hacían alto como cuando partían, se hacía una
solemne invocación. "Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, o Jehová,
y sean dispersados tus 39 enemigos. . . Y cuando ella se detenía, decía: Vuelve,
oh Jehová, a los millares de millares de Israel". enemigos. . . Y cuando ella se
detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los millares de millares de Israel".Núm.
10: 35, 36.* (Nota: Núm. 10: 35, 36.*)
Mientras el pueblo vagaba por el
desierto, el canto era un medio de grabar en sus mentes muchas lecciones
preciosas. Cuando fueron librados del ejército de Faraón, toda la hueste de
Israel se unió en un canto de triunfo. Por el desierto y el mar resonaron a lo
lejos las estrofas de júbilo y en las montañas repercutieron los acentos de
alabanza: "¡Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido".Mientras el
pueblo vagaba por el desierto, el canto era un medio de grabar en sus mentes
muchas lecciones preciosas. Cuando fueron librados del ejército de Faraón, toda
la hueste de Israel se unió en un canto de triunfo. Por el desierto y el mar
resonaron a lo lejos las estrofas de júbilo y en las montañas repercutieron los
acentos de alabanza: "¡Cantad a Jehová, porque en extremo se ha
engrandecido".Exo. 15: 21. Con frecuencia se repetía durante el viaje este canto
que animaba los corazones y encendía la fe de los peregrinos. Por indicación
divina se expresaban también los mandamientos dados desde el Sinaí, con las
promesas del favor de Dios y el relato de los milagros que hizo para librarlos,
en cantos acompañados de música instrumental, a cuyo compás marchaba el pueblo
mientras unía sus voces en alabanza. (Nota: Exo. 15: 21.*)
De ese modo
se apartaban sus pensamientos de las pruebas y dificultades del camino, se
calmaba el espíritu inquieto y turbulento, se inculcaban en la memoria los
principios de la verdad, y la fe se fortalecía. La acción en concierto servía
para enseñar el orden y la unidad, y el pueblo se ponía en más íntima comunión
con Dios y con sus semejantes.
En cuanto al trato de Dios con Israel,
durante los cuarenta años de su peregrinación por el desierto, Moisés declaró:
"Que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. .
. para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si
habías de guardar o no sus mandamientos"."Que como castiga el hombre a su hijo,
así Jehová tu Dios te castiga. . . para afligirte, para probarte, para saber lo
que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos".Deut. 8: 5,
2.* (Nota: Deut. 8: 5, 2.*)
"Le halló en tierra de desierto, y en yermo
de horrible soledad; lo trajo alrededor, lo instruyó, lo guardó como a la niña
de su ojo. Como el águila "Le halló en tierra de desierto, y en yermo de
horrible soledad; lo trajo alrededor, lo instruyó, lo guardó como a la niña de
su ojo. Como el águila 40 que excita su nidada, revolotea sobre sus pollos,
extiende sus alas, los toma, los lleva sobre su plumas, Jehová solo le guió, y
con él no hubo dios extraño". que excita su nidada, revolotea sobre sus pollos,
extiende sus alas, los toma, los lleva sobre su plumas, Jehová solo le guió, y
con él no hubo dios extraño".Deut. 32: 10-12.* (Nota: Deut. 32: 10-12.*)
"Porque se acordó de su santa palabra dada a Abrahán su siervo. Sacó a
su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos. Les dio las tierras de las
naciones, y las labores de los pueblos heredaron; para que guardasen sus
estatutos, y cumpliesen sus leyes. Aleluya"."Porque se acordó de su santa
palabra dada a Abrahán su siervo. Sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus
escogidos. Les dio las tierras de las naciones, y las labores de los pueblos
heredaron; para que guardasen sus estatutos, y cumpliesen sus leyes.
Aleluya".Sal. 105: 42-45.* (Nota: Sal. 105: 42-45.*)
Dios rodeó a Israel
de toda clase de facilidades y privilegios que hiciesen de él un honor para su
nombre y una bendición para las naciones vecinas. Le prometió que, si andaba en
el camino de la obediencia, lo ensalzaría "sobre todas las naciones que hizo,
para loor y fama y gloria". "Y verán todos los pueblos de la tierra que el
nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán". Dios rodeó a Israel de
toda clase de facilidades y privilegios que hiciesen de él un honor para su
nombre y una bendición para las naciones vecinas. Le prometió que, si andaba en
el camino de la obediencia, lo ensalzaría "sobre todas las naciones que hizo,
para loor y fama y gloria". "Y verán todos los pueblos de la tierra que el
nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán". Las naciones que oyeran
esa declaración habrían de decir: "Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación
grande es esta". "Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es
esta".Deut. 26: 19; 28: 10; 4: 6.* (Nota: Deut. 26: 19; 28: 10; 4: 6.*)
En las leyes encomendadas a Israel fueron dadas instrucciones explícitas
en cuanto a la educación. Dios se había revelado a Moisés, en el Sinaí, como
"misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y
verdad".En las leyes encomendadas a Israel fueron dadas instrucciones explícitas
en cuanto a la educación. Dios se había revelado a Moisés, en el Sinaí, como
"misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y
verdad".Exo. 34: 6.* Estos principios, incluidos en su ley, debían ser enseñados
a los niños, por los padres y las madres de Israel. Moisés les declaró por
indicación de Dios: "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes".Deut. 6: 6,
7.*Deut. 6: 6, 7.*41 (Nota: Exo. 34: 6.* Estos principios, incluidos en su ley,
debían ser enseñados a los niños, por los padres y las madres de Israel. Moisés
les declaró por indicación de Dios: "Y estas palabras que yo te mando hoy,
estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas
estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te
levantes".)
"Estas cosas no debían ser enseñadas como una teoría seca.
Los que enseñan la verdad deben practicar sus principios. Únicamente al reflejar
el carácter de Dios en la justicia, la nobleza y la abnegación de sus propias
vidas, pueden impresionar a otros."
"La verdadera educación no consiste
en inculcar por la fuerza la instrucción en una mente que no está lista para
recibirla. Hay que despertar las facultades mentales, lo mismo que el interés. A
esto respondía el método de enseñanza de Dios. El que creó la mente y ordenó sus
leyes, dispuso su desarrollo de acuerdo con ellas. En el hogar y el santuario,
por medio de las cosas de la naturaleza y el arte, en el trabajo y en las
fiestas, en el edificio sagrado y la piedra fundamental, por medio de métodos,
ritos y símbolos innumerables, Dios dio a Israel lecciones que ilustraban sus
principios y conservaban el recuerdo de sus obras maravillosas. Entonces, al
levantarse una pregunta, la instrucción dada impresionaba la mente y el
corazón."
"En las providencias tomadas para la educación del pueblo
escogido, se pone de manifiesto que la vida que tiene por centro a Dios es una
vida completa. El provee el medio de satisfacer toda necesidad que ha
implantado, y trata de desarrollar toda facultad impartida."
"Como Autor
de toda belleza, y amante de lo hermoso, Dios proveyó el medio de satisfacer en
sus hijos el amor a lo bello. También hizo provisión para sus necesidades
sociales, para las relaciones bondadosas y útiles que tanto hacen para cultivar
la simpatía, animar y endulzar la vida."
"Como medios de educación, las
fiestas de Israel ocupaban un lugar importante. En la vida común, la familia era
escuela e iglesia, y los padres eran los maestros, tanto en las cosas seculares
como en las religiosas. Pero tres veces al año se dedicaban unos " días al
intercambio social y al culto. Estas reuniones se celebraron primero en Silo y
luego en Jerusalén. Sólo se exigía que estuvieran presentes los padres y los
hijos, pero nadie deseaba perder la oportunidad de asistir y, siempre que era
posible, todos los miembros de la casa asistían, y junto con ellos, como
participantes de su hospitalidad, estaban el extranjero, el levita y el pobre."
"El viaje a Jerusalén, hecho al sencillo estilo patriarcal, en medio de
la belleza de la estación primaveral, las riquezas del verano, o la gloria y la
madurez del otoño, era una delicia. Desde el anciano canoso hasta el niñito,
acudían todos con una ofrenda de gratitud a encontrarse con Dios en su santa
morada. Durante el viaje, los niños hebreos oían el relato de los sucesos del
pasado, las historias que tanto a los jóvenes como a los viejos les gustaba
recordar. Se cantaban las canciones que habían animado a los que erraban por el
desierto. Se cantaban también los mandamientos de Dios que, ligados a las
benditas influencias de la naturaleza y a la bondadosa asociación humana, se
fijaban para siempre en la memoria de más de un niño o joven."
"Las
ceremonias presenciadas en Jerusalén, en relación con la ceremonia pascual; la
reunión de la noche, los hombres con los lomos ceñidos, los pies calzados, el
cayado en la mano, la comida apresurada, el cordero, el pan sin levadura, las
hierbas amargas, y el relato hecho en medio de un solemne silencio, de la
historia de la aspersión de la sangre, el ángel que hería de muerte, y la
imponente partida de la tierra de cautiverio, eran de tal índole que agitaban la
imaginación e impresionaban el corazón."
"La fiesta de las cabañas, de
los tabernáculos o de las cosechas, con sus ofrendas de la huerta y del campo,
el acampar durante una semana bajo enramadas, las reuniones sociales, el
servicio recordativo " sagrado, y la generosa hospitalidad hacia los obreros de
Dios: los levitas del santuario, y hacia sus hijos: el extranjero y el pobre,
elevaba todas las mentes en gratitud hacia Aquel que había coronado el año con
sus bondades, y cuyas huellas destilan abundancia."
"Los israelitas
devotos ocupaban así un mes entero del año. Era un lapso libre de cuidados y
trabajos, y casi enteramente dedicado, en su sentido más verdadero, a los fines
de la educación."
"Al distribuir la herencia de su pueblo, Dios se
proponía enseñarle, y por medio de él, a las generaciones sucesivas, los
principios correctos referentes a la propiedad. La tierra de Canaán fue
repartida entre todo el pueblo, a excepción únicamente de los levitas, como
ministros del santuario. Aunque alguien vendiera, transitoriamente, su posesión,
no podía enajenar la herencia de sus hijos. En cualquier momento en que
estuviera en condición de hacerlo podía redimirla; las deudas eran perdonadas
cada siete años, y el año quincuagésimo, o de jubileo, toda propiedad volvía a
su dueño original. De ese modo la herencia de cada familia estaba asegurada y se
proveía una salvaguardia contra la pobreza o la riqueza extremas."
"Por
medio de la distribución de la tierra entre el pueblo, Dios proveyó para él, lo
mismo que para los moradores del Edén, la ocupación más favorable al desarrollo:
El cuidado de las plantas y los animales. Otra provisión para la educación fue
la suspensión de toda labor agrícola cada séptimo año, durante el cual se dejaba
abandonada la tierra, y sus productos espontáneos pertenecían al pobre. De ese
modo se daba oportunidad para profundizar el estudio, para que se realizaran
cultos y hubiese intercambio social, y para practicar la generosidad, con tanta
frecuencia asfixiada por los cuidados y trabajos de la vida. "
"Si hoy
día se practicaran en el mundo, los principios de las leyes de Dios,
concernientes a la distribución de la propiedad, ¡cuán diferente sería la
condición de la gente! La observancia de estos principios evitaría los terribles
males que en todas las épocas han provenido de la opresión ejercida por el rico
sobre el pobre, y el odio de éste hacia aquél. Al par que impediría la
acumulación de grandes riquezas, tendería a impedir la ignorancia y degradación
de decenas de miles de personas, cuyo mal pagado servicio contribuye a la
acumulación de esas fortunas colosales. Contribuiría a obtener una solución
pacífica de los problemas que amenazan ahora con llenar al mundo de anarquía y
derramamiento de sangre."
"La consagración a Dios de un diezmo de todas
las entradas, ya fueran de la huerta o la mies, del rebaño o la manada, del
trabajo manual o del intelectual; la consagración de un segundo diezmo destinado
al alivio del pobre y otros usos benéficos, tendía a mantener siempre presente
ante el pueblo el principio de que Dios es dueño de todo, y que ellos tenían la
oportunidad de ser los canales por medio de los cuales fluyeran sus bendiciones.
Era una educación adaptada para acabar con todo egoísmo, y cultivar la grandeza
y la nobleza de carácter."
"El conocimiento de Dios, la comunión con él
en el estudio y el trabajó, la semejanza a él en carácter, habían de ser la
fuente, el medio y el blanco de la educación de Israel, educación impartida por
Dios a los padres, y que ellos debían transmitir a sus hijos. "
Por
Elena G. de White en La Educación, capítulo 5
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