domingo, 24 de febrero de 2013

LA RELEVANCIA DE LA APOCALÍPTICA BÍBLICA EN LA EDUCACIÓN ADVENTISTA: UNA REFLEXIÓN


Según Ángel Manuel Rodríguez, el principal desafío que tiene el adventismo actualmente es eclesiológico,[1] principalmente en lo que respecta a su identidad, misión y mensaje proféticos. El problema es que la visión apocalíptica adventista,[2] poco a poco, se ha estado perdiendo u objetando en muchas de nuestras iglesias[3] e instituciones educativas. Esta situación permite reflexionar si se está o no cumpliendo las funciones que se tiene como sistema educativo y cuán relevante continúa siendo la visión apocalíptica en nuestras instituciones.

La apocalíptica bíblica en el adventismo
El adventismo nació “impulsado por la reflexión escatológica”,[4] identificándose como el remanente del tiempo del fin, teniendo un mensaje (los Mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12; cf. 10:11) y cumpliendo una misión (preparar a los seres humanos para la segunda venida de Cristo). Esta visión apocalíptica constituyó y constituye la razón de ser de nuestra iglesia, a tal punto que todas sus creencias y su estilo de vida giran en torno a ella. Según Charles Sanderfur, “Somos un pueblo apocalíptico, creemos en el Apocalipsis, nuestra misión está ligada al Apocalipsis, avanzamos en dirección al Apocalipsis”.[5] Si esta visión se pierde o se olvida, el adventismo dejaría de ser lo que es. Como expresa Ángel Manuel Rodríguez, “El pensamiento apocalíptico está tan afianzado en nuestra conciencia y nuestra identidad como iglesia que intentar librarse de él conlleva el riesgo de la existencia de este movimiento”.[6]

La apocalíptica bíblica le ha permitido al adventismo comprender correctamente la Escritura (sin olvidar que la interpretación es progresiva). Daniel y Apocalipsis son libros que revelan el plan de salvación como un proceso, teniendo como fundamento los santuarios de Dios (el terrenal y el celestial), y registran cómo el Señor ha estado dirigiendo la historia de la redención, desde el inicio hasta su clímax: la segunda venida de Cristo; todo esto entendiéndolos en el marco del conflicto cósmico. Sin estos libros, el conocimiento de cómo salva Dios al ser humano históricamente y cómo terminará todo, sería oscuro.

Por esta razón, el adventismo fundamenta su origen, su misión y su mensaje en la visión apocalíptica. Cree que Dios dirige la historia, guía a los seres humanos a la verdad y a la salvación y presenta un mensaje de esperanza. Precisamente esto, desde sus inicios, le ha dado al adventismo identidad y propósito. Por esta razón, si el adventismo pierde su visión profética, habrá perdido todo de sí. Knight tiene razón cuando dice: “Es esta visión [apocalíptica] la que ha hecho de nosotros un pueblo. A largo plazo, la visión apocalíptica es lo único que nos mantiene como una iglesia viviente, dinámica y con significado. La mayor amenaza para el adventismo hoy es la pérdida de la visión apocalíptica. Cuando la visión se pierde, también se pierde la razón de ser del adventismo”.[7] Por este motivo, como iglesia, necesitamos permanecer dinámicamente con esta visión. Sin ésta, nuestra iglesia sería una religión o una secta evangélica más.

El problema, no obstante, es que el adventismo está siendo amenazado. Penosamente, esta visión se está perdiendo paulatinamente. Según Knight, “Hemos hecho bien nuestra labor a la hora de decir a las personas que somos como otros evangélicos (salvo en lo del sábado y algunas cositas más) que hemos olvidado quiénes somos, hemos olvidado lo que nos hace únicos, hemos olvidado lo que da significado a nuestra existencia”.[8] Algunos hasta han señalado que la visión apocalíptica no es bíblica, por tanto, es necesario reinterpretarla o, en peor de los casos, olvidarla, priorizando únicamente el evangelio. Frente a esta situación, la Iglesia Adventista debe continuar alerta sobre los desafíos que amenazan su identidad, misión y mensaje.


La apocalíptica bíblica en la educación adventista

Según el historiador adventista George Knight, el adventismo nació como un movimiento anti educación.[9] Sin embargo, rápidamente fue motivado por la visión apocalíptica. Para este erudito, “tanto el nacimiento como el desarrollo de la educación adventista fueron estimulados por la energía explosiva de la misión apocalíptica”. Más adelante, él señala: “No es demasiado enfatizar que fueron las necesidades de la misión apocalíptica a toda nación, pueblo y lengua lo que dio energía a los comienzos de la educación adventista en la década de 1870”.[10] Con esta nueva visión la feligresía llegó a tener un crecimiento explosivo, no solo en la ganancia de personas para Cristo en las iglesias, sino también en la cantidad de instituciones y alumnos en las aulas.

El objetivo principal de la creación de este sistema educativo fue predicar los Mensajes de los tres ángeles. Este sistema nació únicamente como un instrumento para el cumplimiento de la misión profética. ¿Con qué propósitos? En primer lugar, al realizar esta comisión, el remanente cumpliría su función: preparar a niños y adolescentes para el reino eterno de Dios. En realidad, comprender y practicar los mensajes angélicos permiten a cada alumno conocer a Cristo, la salvación desde su santuario, sus planes –tanto presentes como futuros– y la promesa de morar con él para siempre. La apocalíptica bíblica revela la persona y la obra de Cristo en favor del alumno.

En segundo lugar, muchos estudiantes adventistas, por medio de este sistema, trabajarían juntamente con la iglesia en la proclamación de los mensajes angélicos. En pocas palabras, en nuestras instituciones no solo se formarían alumnos, sino también misioneros. Según Knight, “Las escuelas secundarias y los colegios superiores se desarrollaron alrededor del mundo para preparar misioneros que ayudaran a proclamar el mensaje apocalíptico de Apocalipsis 14”.[11]

El problema, no obstante, es que esta visión se está perdiendo aun en nuestras instituciones. Por ejemplo, hay instituciones que se centran en la parte académica, dejando de lado la parte espiritual. Otras priorizan la parte espiritual y no se pone mucho énfasis en la parte académica. Hay varios casos que, si bien es cierto equilibran ambas partes, en lo que atañe a la consagración del alumnado y de los docentes, muchas veces se presenta y vive un estilo de vida cristiano subjetivo, distante de lo que registra la Palabra de Dios. Peor aún, y probablemente es más notorio, nuestros alumnos y profesores están viviendo como si Cristo viniera en “cien mil millones de años”. Esa expectativa y preparación para la crisis final y a la segunda venida de Cristo, penosamente, no se está reflejando.

Estamos en una época cuando las profecías apocalípticas de la Biblia están cumpliéndose y teniendo más relevancia. El ecumenismo, los desastres naturales, la creciente inmoralidad, el fortalecimiento del papado, etc. demuestran que las profecías se están cumpliendo y que Cristo está más cerca de lo que pensamos. ¿No necesitan nuestros alumnos conocer estos mensajes para prepararse para la crisis mundial –presente y futura– y para la segunda venida de Cristo?

Otro de los problemas más notorios es que muchos de nuestros alumnos adventistas no están cumpliendo la misión profética; es más, posiblemente desconocen la visión del adventismo y de sus colegios en el tiempo del fin. Al desconocer su identidad, misión y mensaje, no sorprende por qué muchas de nuestras instituciones educativas actualmente se asemejan a las instituciones educativas evangélicas.

Como se vio, la apocalíptica no solo es la razón de ser del adventismo, también lo es de su sistema educativo. Knight declara: “La educación adventista nació en la matriz de una visión apocalíptica, y cuando esa visión se pierde, también se pierde la necesidad genuina de la educación adventista”.[12] En otro artículo, el mismo autor enfatizó:Un ministerio educativo adventista que ha perdido su influencia en la visión apocalíptica ha fallado, no sólo parcialmente, sino totalmente”.[13]


El propósito principal de la educación adventista

Según Jon Paulien, nuestra iglesia “había de desempeñar un papel primordial en la preparación del mundo para el pronto regreso de Jesús”  y ser motivada “para llevar este mensaje al mundo en un breve período”.[14] Para cumplir este propósito, Dios también ha creado, entre otros, un sistema educativo. Shane Anderson escribió: “En mi experiencia, la Educación Adventista es una de las maneras más efectivas de preparar a jóvenes para la segunda venida de Cristo”.[15]

El propósito principal de la educación adventista no es dictar clase. Tampoco enseñar ética. Por el contrario, es preparar a alumnos para el encuentro con su Creador y guiarlos a la salvación eterna en Cristo. Mostrarles que existe una bendita esperanza; que, si bien es cierto existen hogares disfuncionales, todo el mal tendrá un fin. El sufrimiento y la muerte dejarán de existir. Todo llanto y dolor terminarán. Por el contrario, el gozo, la felicidad y la paz serán instaurados en el reino mesiánico y eterno de Jesucristo (Is 65:17-25). Para esta labor se establecieron las instituciones adventistas. Para presentar un futuro mundo mejor tanto a los alumnos como a sus respectivas familias. George Knight indica: “El adventismo ha sido llamado para predicar a un mundo perdido la última esperanza, que por comparación palidece todas las otras esperanzas. El objetivo central del adventismo es predicar esa última esperanza. Y la razón principal del establecimiento de las escuelas adventistas es preparar a las personas para ese evento y para la tarea de difundir las buenas nuevas del regreso del Salvador”.[16]

Dios invita a cada uno de nosotros a cumplir nuestra misión como sistema educativo. No debemos desviarnos de la responsabilidad que tenemos como remanente profético. En realidad, solo cuando cada institución se fundamente en la visión apocalíptica, el agrado de Dios se habrá podido lograr. Recuérdese que “LA EDUCACIÓN ADVENTISTA ES IMPORTANTE SOLAMENTE SI ES VERDADERAMENTE ADVENTISTA. Si no lo es, puede ser vista como una alternativa a otros sistemas de educación, pero no necesariamente la más importante, y por lo tanto no digna de mucho sacrificio financiero”.[17]


Oscar Mendoza Orbegoso
Capellán del Colegio Adventista Miraflores,
Consejero del Ministerio de Investigación Adventista,
Director de la revista bíblico-teológica Didaje.


[1]Ángel Manuel Rodríguez, “The Lord is Wonderful: Looking around the Corner for Adventist Theology”, Adventist Word, http://www.adventistworld.org/article/1149/ resources/english/issue-2011-1012/the-lord-is-wonderful (consultado: 14 de junio, 2012).

[2]En este artículo, se habla de Visión apocalíptica a la identidad, misión y mensaje proféticos del adventismo. Ésta tiene como fundamento las profecías bíblicas reveladas en Daniel y Apocalipsis (la unidad literaria de estos dos libros se la conoce como Apocalíptica bíblica).

[3]Para estudiar el fundamento bíblico y exegético de la visión apocalíptica del adventismo, ver los siete volúmenes editados por Frank Holbrook, entre los años 1982-1992, dirigido por el Biblical Research Institute, de la Asociación General.

[4]Fernando Canale, “Hermenéutica, teología y remanente”, en Pensar la iglesia hoy: hacia una eclesiología adventista. Estudios teológicos presentados durante el IV Simposio bíblico-teológico sudamericano en honor a Roul Dederen, eds. Gerald Klingbeil, Martin G. Klingbeil y Miguel Ángel Núñez (Entre Ríos, Argentina: Universidad Adventista del Plata, 2002), 168.

[5]Charles Sanderfur, “Un poco de la segunda venida”, Ministerio adventista, enero- febrero, 2010, 24.

[6]Ángel Manuel Rodríguez, “Los adventistas y el método histórico crítico”, en Entendiendo las Sagradas Escrituras: un enfoque adventista, ed. George Reid (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2008), 427. En adelante ESE.

[7]George Knight, “La educación adventista y la visión apocalíptica- parte I”, Revista de Educación Adventista 27 (2008): 7. La cursiva es para énfasis.

[8]George Knight, La visión apocalíptica y la castración del adventismo (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2008),  62.

[9]Ibid., 5.

[10]Knight, “La educación adventista y la visión apocalíptica- parte I”, 8.

[11]Knight, “La educación adventista y la visión apocalíptica- parte I”, 8-9.

[12]Knight, “La educación adventista y la visión apocalíptica- parte II”, Revista de Educación Adventista 27 (2008): 7.

[13]George Knight, “Redemptive Education [Part III]: Implications of Philosophy for Adventist Education”, The Journal of Adventist Education, October-November, 2010, 56. La cursiva es del autor.

[14]Jon Paulien, “La hermenéutica de la apocalíptica bíblica”, ESE, 299.

[15]Shane Anderson, How to Kill Adventist Education (and How to Give It a Fighting Chance!) (Hagerstown, MD: Review and Herald, 2009), 22.

[16]Knight, “Redemptive Education”, 54.

[17]Knight, “La educación adventista y la visión apocalíptica- parte I”, 9. La cursiva es para énfasis. Las palabras en mayúscula son del autor.
 
FUENTE: ASEAH
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